Mientras luchamos por el éxito, no debemos perder de vista lo que es realmente importante… el camino.

La parábola del pescador y el banquero de inversiones.

José Arnulfo R. H.
3 min readMar 5, 2021

Una parábola que trata sobre la vida, los negocios y la búsqueda de un propósito.

Photo by Tony Shostak on Unsplash

Un banquero de inversiones, se va de vacaciones a un pueblo pesquero.

Mientras caminaba por el muelle una tarde, se encontró con un pequeño bote de pesca casi en ruinas con varios peces grandes en su cubierta.

“¿Cuánto tiempo te tomó atrapar esos peces?” preguntó.

El pescador levantó la vista de su trabajo y sonrió a su nuevo visitante.

“Solo un poquito de tiempo.”

Esta respuesta tomó por sorpresa al banquero de inversiones.

Le agradaba el pescador y quería ayudarle.

“¿Por qué no te tomas más tiempo para poder pescar más?”

El pescador se encogió de hombros y le explicó a su nuevo amigo que tenía todo lo que necesitaba.

“Todos los días duermo hasta tarde, pesco un poco y paso tiempo con mis hijos y mi hermosa esposa. Por la noche, voy a la ciudad, bebo vino, toco la guitarra, canto y me río con mis amigos”.

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El banquero de inversiones estaba desconcertado.

Quería ayudar a su nuevo amigo, quien reconoció que estaba claramente confundido.

El banquero de inversiones había ayudado a muchas empresas y tenía un MBA y otras credenciales elegantes a su nombre.

Así que presentó un plan para el pescador:

“Primero, pasas más tiempo pescando, por lo que puedes pescar y vender más pescado. Usas las ganancias para comprar un barco más grande, lo que te permite pescar y vender aún más pescado”.

El pescador escuchó con atención.

Pero el banquero de inversiones recién estaba comenzando.

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“Luego compras una flota de barcos. Contratas un equipo. Como director ejecutivo de una empresa grande y en crecimiento, podrías mudarte a la ciudad. ¡Hacer pública su empresa y ganar millones, mi-llo-nes!”

El pescador parecía confundido, pero sonrió.

“¿Y luego que?” preguntó.

El banquero de inversiones se sorprendió.

“Bueno, entonces podrías retirarte a un pueblo tranquilo. Podrías dormir hasta tarde, pescar un poco y pasar tiempo con tus hijos y tu hermosa esposa. Por la noche, podrías ir a la ciudad, beber vino, tocar la guitarra, cantar y reír con tus amigos”.

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Sin darse cuenta de la ironía, el banquero de inversiones se quedó en silencio, esperando que el pescador expresara su entusiasmo con el plan.

El pescador sonrió ampliamente, agradeció el consejo a su nuevo amigo y se alejó lentamente hacia el cálido sol de la tarde.

Esta parábola ilustra la importancia de la perspectiva y la preciosa naturaleza del tiempo. Mientras luchamos por el “éxito” en la vida, no debemos perder de vista lo que es realmente importante para nosotros.

Entonces, la próxima vez que se sienta a la deriva, recuerda la historia del pescador y el banquero de inversiones.

Lamentablemente, se desconoce el autor original de esta parábola. Al autor original, quienquiera que sea y donde quiera que esté, muchas gracias.

¡Gracias por llegar hasta acá!

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